En la actualidad, el folklore goza de buena salud, si se tiene en cuenta que hasta no hace muchos años, era un género olvidado y tapado por otras expresiones musicales. Nuevos valores y mucha juventud es la que está refrescando a la música popular argentina. Con el agregado de que, la mayoría de sus representantes, provienen del interior del país. Incluso hay que destacar que en Buenos Aires, y especialmente en Capital Federal, el resurgimiento del folclore llevó a que muchos lugares que antes le daban preponderancia a otros estilos musicales, ahora le den su espacio a la música popular. Otro punto para destacar es el cambio que se da en la composición. Nuevos valores musicales implica también nuevas variantes compositivas, respetando las rítmicas tradicionales. También la inclusión de instrumentos no relacionados tradicionalmente con el folclore, le dan un nuevo sonido, que algunos llaman "moderno" o folklore de proyección. Pero no deberíamos de apresurarnos a la hora de hablar de vanguardia en nuestra música. Habría que hacer justicia y nombrar a uno de los grupos que ayudaron a que el folclore, a través de quienes lo disfrutan, y que en muchos casos se autodenominan "tradicionalistas", se convirtiera en una expresión mucho más tolerante a los cambios. Esa formación fue M.P.A, o sea, Músicos Populares Argentinos. En este proyecto, realizado a finales de los ´70, se encontraba una verdadera selección de artistas que hoy, en la mayoría de los casos, son músicos renombrados. Entre ellos se encontraban Peteco Carabajal, Jacinto Piedra, Chango Farías Gómez, Verónica Condomí, y otros más. Fue esta agrupación la que agregó instrumentos no convencionales a nuestro folclore, y la que también agregó nuevos arreglos, a los cuales la mayoría de los folcloristas no estaban acostumbrados.
Pero luego de este proyecto, nada nuevo surgió en el horizonte de nuestro folclore. Es más, cayó en un pozo del cual costó salir. Recién en los ´90, surge nuestra música como fenómeno comercial, con Soledad a la cabeza en el año 1996, con el disco "Poncho al viento". La adolescente de Arequito abrirá, con su popularidad, las puertas de un cambio notable en nuestra música. Si bien Soledad interpreta temas tradicionales, su figura atraerá la atención de miles de jóvenes que comenzarán a ver el folclore con otros ojos. A la par de "la Sole" aparecen Los Nocheros. Si bien en sus comienzos su repertorio estaba compuesto de temas tradicionales, con la llegada del "nuevo folclore" cambiarán sus estilo. A esto hay que sumarle la temática de las letras, adaptadas a la época en que nos toca vivir, pero sin perder la esencia que nuestros poetas supieron construir en la historia de nuestro folclore. Hoy en día Los Nocheros son el exponente más notable de los cambios que se dieron en nuestra música abarcando un estilo cada vez más melódico. Otro paradigma de nuestra música es Luciano Pereyra, que a los 17 años recibía el disco de oro por las grandes ventas que lograba con su primer disco y que el año pasado se presentaba en el Vaticano cantando "Sólo le pido a Dios" ante un público internacional. En su repertorio lo melódico predomina por sobre lo folclórico, aunque sus inicios estaban marcados por la música folclórica.
Pero luego de este proyecto, nada nuevo surgió en el horizonte de nuestro folclore. Es más, cayó en un pozo del cual costó salir. Recién en los ´90, surge nuestra música como fenómeno comercial, con Soledad a la cabeza en el año 1996, con el disco "Poncho al viento". La adolescente de Arequito abrirá, con su popularidad, las puertas de un cambio notable en nuestra música. Si bien Soledad interpreta temas tradicionales, su figura atraerá la atención de miles de jóvenes que comenzarán a ver el folclore con otros ojos. A la par de "la Sole" aparecen Los Nocheros. Si bien en sus comienzos su repertorio estaba compuesto de temas tradicionales, con la llegada del "nuevo folclore" cambiarán sus estilo. A esto hay que sumarle la temática de las letras, adaptadas a la época en que nos toca vivir, pero sin perder la esencia que nuestros poetas supieron construir en la historia de nuestro folclore. Hoy en día Los Nocheros son el exponente más notable de los cambios que se dieron en nuestra música abarcando un estilo cada vez más melódico. Otro paradigma de nuestra música es Luciano Pereyra, que a los 17 años recibía el disco de oro por las grandes ventas que lograba con su primer disco y que el año pasado se presentaba en el Vaticano cantando "Sólo le pido a Dios" ante un público internacional. En su repertorio lo melódico predomina por sobre lo folclórico, aunque sus inicios estaban marcados por la música folclórica.
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