martes, 17 de junio de 2008

Conclusion


Pasaron 37 años de "La balsa". De aquellos primeros recitales casi ocultos en bares o sótanos, llegamos a una etapa en la que el Rock Nacional mueve multitudes. La música que invita al pogo, al baile o a la reflexión está más viva que nunca. Y seguirá así mientras haya gente con talento que tenga algunas cosas que decir.
Las letras folclóricas no están exentas a las mismas particularidades que son representativas de nuestra música popular. Según la región y al ritmo allí preponderante, la poesía folclórica describe un estilo de vida, leyendas, relatos de nuestra historia y mensajes que intentan exaltar la cultura regional o nacional. La música folclórica canalizó una sensibilidad popular y nacionalista, de múltiples vertientes estéticas, políticas e ideológicas, características de las décadas de 1960 y 1970. Como uno de los máximos exponentes del folclore nacional es deber nombrar a Atahualpa Yupanqui. Perseguido y exiliado a la fuerza, por la persecución a la que lo sometieron las diferentes dictaduras de nuestro país, don Ata, a partir de su música, pero por sobre todas las cosas, de la poesía, se convirtió en un estandarte de generaciones pasadas y actuales, que aún lo recuerdan y lo toman como bandera que simboliza la lucha y la libertad.
Las letras de ambos estilos son diferentes, sus ritmos, instrumentos, significados, etc etc., expresan distintas cosas. Los tiempos cambiaron (hubo momentos en que ciertos estilos estaban censurados o eran perseguidos por sus significados) y los estilos musicales tambien. Como ya he mostrado anteriormente, el folklore era un ritmo que expresaba estados de animos, las culturas de los pueblos; en cambio, el rock estaba muy vinculado a la cultura de los jovenes, a ciertas caracteristicas de grupos. Podemos decir que son dos culturas diferentes (y quizas en los comienzos de cada uno la participacion de distintos publicos). En el caso del rock, la censura esta muy marcada en una epoca de nuestra historia muy dificil como es la epoca de la represion, de los militares, donde muchas letras eran censuradas, los jovenes rockeros eran considerados de distinta manera, perseguidos; pero tambien podemos decir que las canciones de los comienzos del rock eran distintas a la de las nuevas bandas (donde figuran otras realidades, nos muestran otra historia de nuestros jovenes). El folklore, tambien fue cambiando sus letras, en sus comienzos se contaban las historias de los pueblos, estados de animos, etc etc.; ahora el folklore fue variando en sus estilos por nuevos artistas, muchos de ellos jovenes, que se hicieron parte de este ritmo y que hacen que muchos jovenes los sigan.
Quizas lo que siempre hay que recordar es que tanto el folklore como el rock nacional se fueron modificando y siempre hay una parte de censura (o censura previa) antes de que se conozcan las canciones y sus historias. Quizas muchas cosas que desde sus comienzos no se conozcan por distintos motivos. Pero creo que entre ellos se pueden marcar las diferencias de ritmos y sobre todo letras y sus significados (dentro de esto la censura).

Algunas letras de rock nacional

Detonador de sueños

Esa bomba de hoy,
la que llevas entre tus manos,
la que nadie te ofreció,
eso es todo y sin embargo...
haré una exepción,
por haber nacido humano,
somos hijos del amor,
eso es todo y sin embargo...
moriremos frente al mar
de todo lo que has llorado,
no se puede destruir
todo el sueño sin soñarlo...
Ese nuevo amor,
es el nuevo amo,
él ya no quiere ser feliz,
eso es todo y sin embargo...
habrá una canción,
para el mal nacido hermano,
hijo del dolor,
eso es todo y sin embargo...
Cada palpitación, late una muerte...
cada palpitación, late más fuerte!
Entre lo que sos,
y lo que hay de malo,
solo late tu verdad,
eso es todo y sin embargo...
moriremos frente al mar
de todo lo que has llorado,
no se puede construir
todo el sueño sin soñarlo...
Cada palpitación, late una muerte...
cada palpitación, late más fuerte!

La razón que te demora

Hay un destino que no tiene pruebas
por eso esta historia
puede que muera con una verdad
olvidada en tu memoria
Será un camino que no tiene huella
la suerte que le ha tocado a la estrella
que te ha de guiar
Hay un siempre para la batalla
y la razón que te demora
si hay una sombra para cada luz
corras a donde corras
Quizá el destino sea una mentira
quizá lo único que quería la vida
era terminar con vos
La ruta sigue más allá
de las luces de la autopista
secando al ojo de la lágrima
te perderás de vista
como un relámpago en la fría noche
cruzarás los abismos
esos que guardan a la sombra
que te ocultan de vos mismo
hay algo extraño ahí del otro lado
que te teme y te da la mano
para llegar hasta vos.
Hay un destino que no tiene pruebas
por eso esta historia
puede que muera con una verdad
olvidada en tu memoria
Será un camino que no tiene huella
la suerte que le ha tocado a la estrella
que te ha de guiar
Habrá un siempre para la batalla
y la razón que te demora
si hay una sombra para cada luz
corras a donde corras
Quizá el destino sea una mentira
quizá lo único que quería la vida
era terminar con vos.

Evolucion del Rock Nacional (Nacimiento e historia)


1967-2006
"Estoy muy solo y triste acá en este mundo abandonado..." fueron las primeras palabras del Rock Nacional. La voz de Litto Nebbia pintaba un estado de ánimo. Su banda, Los Gatos, acompañaba el nacimiento de una certeza: los jóvenes podían expresar en su idioma aquello que sentían, lejos de los estribillos pegadizos e inocentes que cantaban Palito Ortega y sus compañeros. Corría junio de 1967. "La balsa", grabado en un simple junto a "Ayer nomás", vendía 200 mil copias. Meses antes Los Beatniks habían grabado "Rebelde", aunque con menor trascendencia comercial. Se abría la puerta para todo lo que vendría después. Desde Los Gatos a Babasónicos, el Rock Nacional nunca definió a una corriente musical homogénea, y mucho menos a un nivel artístico parejo. Alude a un fenómeno cultural mayoritariamente juvenil, definido por una actitud y un mensaje opuestos al establecido por la sociedad.
Tanguito, Miguel Abuelo, Moris, Pajarito Zaguri, Pipo Lernoud y hasta el mismo Sandro eran los protagonistas de la historia que surgía. Sus lugares de reunión eran pocos: El bar La Perla del Once, Plaza Francia, La Cueva. De estos ambientes fueron naciendo Los Gatos, Manal y Almendra, bandas que, con búsquedas distintas, conformaron la primera trilogía importante del Rock Nacional. Almendra, con Luis Alberto Spinetta como líder, llenaba las melodías de poesía, como con "Tema de Pototo", o el clásico "Muchacha, ojos de papel". En 1968 Miguel Abuelo y Pipo Lernoud armaron la primera formación de Los Abuelos de la Nada, banda a la que se sumaría Norberto Napolitano, más conocido como Pappo. Miguel Cantilo y Jorge Durietz idearon el dúo Pedro y Pablo y editaron el simple "Yo vivo en una ciudad". Se creó el sello Mandioca, el primero dedicado al Rock Nacional. Algunos ya veían que esta música podía ser un buen negocio.
Desde Quilmes surgía Vox Dei, banda que en 1971 grabó el primer disco conceptual: "La Biblia". La onda expansiva avanzaba, y nuevos grupos y estilos subían a escena. Entre ellos, Arco Iris, Alma y Vida y La Cofradía de la Flor Solar, artistas de La Plata que intentaron una forma de vida comunitaria. En una vertiente más dura y contestataria, surgió Billy Bond y la Pesada del Rock. En 1972 se produjeron incidentes en un recital de esta banda en el Luna Park. El rock, mirado de reojo por la sociedad que no soportaba a esos "extraños de pelo largo", no tardaría en ser perseguido por la censura y la represión. En ese marco nació Sui Generis, dúo formado por Nito Mestre y uno de los próceres del Rock Nacional: Charly García. Los jóvenes se vieron identificados en sus letras, que hablaban de las incomprensiones y prejuicios de la sociedad. Con su música ampliaron los horizontes, dando inicio a un estilo definido como rock acústico. Ya no eran necesarios los instrumentos eléctricos para transmitir el mensaje rockero. Vivencia, con letras emotivas, y Pastoral, con el muy personal estilo de Miguel Angel Erausquin y Alejandro de Michele, siguieron esta senda. Se organizó El Acusticazo, una serie de recitales con León Gieco, Raúl Porchetto, Litto Nebbia y Edelmiro Molinari, entre otros. De estos conciertos salió el primer disco de Rock Nacional grabado en vivo.
El 24 de marzo de 1976 un Golpe de Estado dio inicio al período más oscuro y sangriento de la historia argentina. Los músicos de rock, considerados "subversivos", sufrieron los embates de la dictadura militar. Muchos se vieron obligados a irse del país. Otros buscaron resistir e insistir con su arte. Ser joven era ser "sospechoso", estar asociado a "cosas raras". Para muestra basta un botón: en noviembre de 1977, el almirante Emilio Massera dio un discurso en la Universidad del Salvador, e instó a no seguir el ejemplo de los jóvenes "que se inician en el rock y derivan en la guerrilla". Escuchar rock o asistir a los pocos recitales que se hacían era un símbolo de resistencia. Para los jóvenes, la música era casi una excusa para forjar su identidad, su grupo de pertenencia. León Gieco, rockero con raíces folclóricas, fue un baluarte importante en este período. Sus canciones eran censuradas por los grandes medios, pero no podían evitar que el público siguiera sus presentaciones.
El genio de Charly García hizo un aporte fundamental, acompañado por excelentes músicos. Con David Lebón, Pedro Aznar y Oscar Moro formó Serú Girán, banda que muchos definieron como "Los Beatles argentinos". Sus letras lograron gambetear la censura del terrorismo de Estado. Con sutileza, energía e ingenio, las canciones de Serú se convirtieron en himnos para la juventud. Pappo fundó el grupo Riff, con un perfil de rock más pesado que Pappo's Blues, su anterior banda. En La Plata nacía Virus, una expresión new wave de los hermanos Federico y Marcelo Moura. En Mendoza debutaban Los Enanitos Verdes. Otros protagonistas de esos años que pisaban los '80 eran Spinetta Jade, Suéter, Dulces 16, Ariel Prat y su Banda Elástica, Rubén Rada, Alejandro del Prado y Solopororó, liderado por Alejandro Lerner. Había música para todos los gustos en los circuitos de bares y recitales, pero las radios le daban la espalda. Hasta que una locura militar le abrió una puerta inesperada al Rock Nacional.
La Guerra de Malvinas de 1982 trajo consigo la prohibición de pasar música anglosajona por las radios. Los programadores recurrieron entonces a las grabaciones de artistas argentinos. Fue el empujón clave para que el gran público conociera a todas esas expresiones jóvenes que en su momento marginaban. El 16 de mayo de 1982 se organizó en Obras Sanitarias el Festival de la Solidaridad Latinoamericana, para juntar ropa y alimentos para los soldados que combatían en Malvinas. Más de 60 mil personas estuvieron en el estadio, y muchos más siguieron las transmisión en vivo del concierto de Gieco, Spinetta, Mestre, Rada, García y Lebón (estos dos últimos ya habían desarmado Serú Girán en marzo), entre otros. La era de la masividad había llegado.
El fracaso en Malvinas marcó el comienzo del fin para la dictadura militar, con su consecuente apertura política e ideológica. El Rock Nacional, ya instalado, comenzó a crecer en cantidad y calidad de bandas. Los nuevos se sumaban a los clásicos, y el panorama se amplió. De Rosario llegó Juan Carlos Baglietto con su aire trovador. En su banda estaban nada menos que Fito Páez, y otros talentos como Silvina Garré y Rubén Goldín. Los Twist, liderados por Pipo Cipollatti, fueron los iniciadores de una corriente musical fresca, divertida, con letras bailables simples y alejadas de la canción contestataria de años atrás. Miguel Abuelo volvió al país y rearmó Los Abuelos de la Nada, esta vez con Andrés Calamaro, Daniel Melingo, Cachorro López, Polo Corbella y Gustavo Bazterrica. Todos componían y cantaban en esa banda que se aprovechaba del pop, funk y reggae. El under tenía dos referentes importantes que con el tiempo llegaron a la cima: Sumo y Patricio Rey y Los Redonditos de Ricota. Luca Prodan y el Indio Solari lideraban estas bandas que alcanzaron estatura de mito. Sus seguidores se definían como "gente del palo", y criticaban la ideología "comercial" de los grupos masivos.
Uno de los grupos más importantes del Rock Nacional grabó su primer disco en 1983. Definidos peyorativamente como "modernosos", los Soda Stereo dieron ese año su primer paso hacia el éxito. Comenzando con pop-rock para luego experimentar con otros sonidos e influencias, destrozarían las críticas y crecerían en popularidad disco tras disco.
En el año 1984 nació el éxito para GIT, un trío formado por Pablo Guyot, Willy Iturri y Alfredo Toth, que integraban la banda de Charly García. Ricardo Iorio creó V8, banda metal que duraría tres años. Luego formaría Hermética y Almafuerte y se convertiría en un ídolo de los amantes del rock pesado. Los Violadores surgieron con el punk y fueron uno de los grupos que más sufrió la represión en la primera mitad de los '80. Sin dudas, 1985 fue un año de grandes discos. En 1987 explotaría el mercado del reggae cantado en inglés por bandas nacionales, espacio que Sumo ya venía frecuentando. La variedad musical de la década no puede quedar completa sin mencionar la fusión de cumbia, rock duro, tango y folclore lograda por Palo Pandolfo en Don Cornelio y la Zona y Los Visitantes. Tampoco hay que olvidar el vuelo poético y el ritmo de muchas creaciones de Man Ray, la banda de Hilda Lizarazu, o el blues de la Mississippi y Memphis. Ni el suceso de Rata Blanca, primera banda heavy de éxito masivo, o la conjunción de trash, reggae e ideología punk de Todos Tus Muertos.
El estadio de Obras Sanitarias se convirtió en el templo donde las bandas de rock debían tocar para alcanzar la consagración. Varios lograron este privilegio, dejando en el recuerdo las épocas de pequeños escenarios, censura y represión.
La disolución de Sumo tras la muerte de su líder derivó en la formación de dos grandes bandas: Divididos y Las Pelotas. Desde sus primeros conciertos crecerían en cantidad de seguidores y nivel musical. Divididos incorporó aires folclóricos a su música, consolidando una ola de apertura musical de los rockeros. Como antes lo hiciera León Gieco, desde entonces muchos se animarían a asomarse a la zamba, chacarera, vidala y hasta avanzarían sobre el tango.
La década del 90 se abrió con el éxito de nuevos grupos que pasaron a jugar en "las grandes ligas" del rock luego de mucho trajinar por el under. Con un mensaje simple y directo, el llamado "rock chabón" de las bandas suburbanas tuvo sus primeras manifestaciones. La Renga editó un casete llamado "Esquivando charcos", que ponían en venta a la salida de los recitales. El grupo aún hoy lucha por mantener el modelo de autogestión que los llevó al éxito, aunque debieron ceder parte de la comercialización de sus placas. Por otro lado, Los Brujos renovaron el panorama con su "beatcore", los shows llenos de energía y un vestuario insólito. Después de tres discos se separaron, pero dejaron la puerta abierta para la escena alternativa, por donde luego ingresaron otras expresiones como la poesía de El Otro Yo o el glamour tecno-rock de Babasónicos. Los ritmos fiesteros y las letras divertidas se instalaron de una vez y para siempre con la multitudinaria banda Los Auténticos Decadentes. Estas canciones, ideales para las fiestas, serían tomadas como ejemplo por grupos posteriores como Kapanga o La Mosca. Bersuit Vergarabat, un poco más comprometida políticamente pero también adicta a la alegría musical, editaba su primera placa en 1992. Los Piojos, surgidos en Palomar, aparecieron con sus influencias stone y del folclore rioplatense.
La película "Tango Feroz" consiguió un éxito arrollador en 1994. De su mano llegó una revalorización del viejo Rock Nacional. En las radios sonaban temas como "El oso" o "Presente", y Tanguito y Moris, entre otros, fueron conocidos por primera vez por los más jóvenes. Mientras tanto, aparecían Los Cafres con su reggae. Ese mismo año (1996) llegaba Viejas Locas, una nueva muestra de rock stone. En 1997 debutaba con una placa Catupecu Machu, de la mano del "hardcore funky", con influencias de Sumo, Spinetta y Soda. Turf ponía un pie en la escena con "Una pila de vida". Años más tarde llegarían sus primeros hits, como "Loco un poco". Ya en el siglo XXI, en el Rock Nacional la variedad de estilos sigue en pie, y hay público para todos. Los Piojos, La Renga, Bersuit y Divididos se encuentran en la cima de la masividad. Los Babasónicos introducen su cuidada estética y estilo moderno en sus cada vez más multitudinarias presentaciones. Los clásicos como Charly García, Spinetta, Pappo y Fito Páez entregan cada tanto muestras de su talento. Andrés Calamaro no para de crear, y su hermano Javier aporta lecciones de rock gitano. Las damas del rock, como Celeste Carballo, Fabiana Cantilo e Hilda Lizarazu, siguen conquistando con su voz. Últimamente, el desmembramiento de las grandes bandas es una constante: Por ejemplo, Sergio Rotman y Vicentico dejaron los Cadillacs (el primero formó Cienfuegos y luego Mimi Maura), Skay Belinson se separó de Los Redondos para grabar sus propios discos y Bahiano ya no es la voz de los Pericos. Los más nuevos se abren camino y avanzan en búsqueda de una renovación musical, como Leo García, Dancing Mood o Miranda!. Arbol se atreve a fusionar distintos estilos, y Carajo apuesta al punk rock. Otros intentan por senderos rockeros más clásicos, como Mancha de Rolando, Intoxicados, Callejeros, Los Tipitos, Estelares o El Abuelo.

Artistas del estilo

Beatriz Pichi Malén
Chango Spasiuk
Changui Acosta
Chaqueño Palavecino
Coqui Sosa
Cuti y Roberto Carabajal
Dúo Coplanacu
Facundo Saravia
Horacio Banegas
Juan Falú
León Gieco
Liliana Herrero
Los Alonsitos
Los Amigos
Los Hermanos Calvo
Los Nocheros
Los Originales Trovadores
Los Pachano
Los Tello
Luna Creciente
Markama
Melania Pérez
Osvaldo Burucuá
Rafael Amor
Sentires
Shalo Leguizamón
Silvia Iriondo
Soledad
Tamara Castro
Teresa Parodi
Tino
Trío Simoca
Verónica Condomí
Viviana Careaga
Yamila Cafrune

Allegro
Andrés Chazarreta
Ariel Ramírez
Atahualpa Yupanqui
Carlos Di Fulvio
Chango Farías Gómez
Chango Nieto
Chany Suárez
Cuchi Leguizamón
Daniel Toro
Eduardo Falú
Horacio Guarany
Huella Pampa
Jaime Torres
Jairo
Jorge Cafrune
José Larralde
La Chacarerata Santiagueña
Los Arroyeños
Los Carabajal
Los Chalchaleros
Los Fronterizos
Los Hermanos Ábalos
Los Hermanos Avalos
Los Huanca Hua
Los Manseros Santiagueños
Manolo Juárez
Mercedes Sosa
Opus 4
Orlando Veracruz
Peteco Carabajal
Raúl Barboza
Zamba Quipildor

Algunas letras de nuestro folklore


El árbol
Estilo: Zamba canción
Autor : Atahualpa Yupanqui
Musica: Editorial :

El arbol que tu olvidaste
siempre se acuerda de ti
y le pregunta a la noce
si seras o no feliz

El arroyo me ha contado
que el arbol suele decir

Arbolito de mi tierra
yo te quisiera decir
que lo que a muchos les pasa
tambien me ha pasado a mi
No quiero que me lo digas
pero lo tengo que oir

(estribillo)
Quien se aleja
junta quejas
en vez de quedarse aqui
Quien se aleja
junta quejas
en vez de quedarse aqui
Al que se va por el mundo
suele sucederle asi
que el corazon va con uno
y uno tiene que sufrir
Y el arbol que tu olvidaste
siempre se acuerda de ti.
Y el arbol que tu olvidaste
siempre se acuerda de ti.


Donde ha quedado el cielo
Estilo: Chacarera doble
Autor : Peteco Carabajal
Musica:
Editorial :

Donde ha quedado el cielo
de aquella infancia
cielo de barriletes
que se llevaban
quien sabe que ilusiones
y que esperanzas.
Hoy los tiempos son otros
sufre la tierra
por un trompo nos cambian} Bis
armas de guerras

Donde ha quedado el tiempo
de la inocencia
la mezquindad del hombre
la desintegra
y los juegos de ronda
ya no se encuentran.
Caballito de palo
cine en Domingo
Chaplin y Luis Sandrini
adentro mio
dibujaban sonrisas
en los Domingos.

La actualidad del folklore

En la actualidad, el folklore goza de buena salud, si se tiene en cuenta que hasta no hace muchos años, era un género olvidado y tapado por otras expresiones musicales. Nuevos valores y mucha juventud es la que está refrescando a la música popular argentina. Con el agregado de que, la mayoría de sus representantes, provienen del interior del país. Incluso hay que destacar que en Buenos Aires, y especialmente en Capital Federal, el resurgimiento del folclore llevó a que muchos lugares que antes le daban preponderancia a otros estilos musicales, ahora le den su espacio a la música popular. Otro punto para destacar es el cambio que se da en la composición. Nuevos valores musicales implica también nuevas variantes compositivas, respetando las rítmicas tradicionales. También la inclusión de instrumentos no relacionados tradicionalmente con el folclore, le dan un nuevo sonido, que algunos llaman "moderno" o folklore de proyección. Pero no deberíamos de apresurarnos a la hora de hablar de vanguardia en nuestra música. Habría que hacer justicia y nombrar a uno de los grupos que ayudaron a que el folclore, a través de quienes lo disfrutan, y que en muchos casos se autodenominan "tradicionalistas", se convirtiera en una expresión mucho más tolerante a los cambios. Esa formación fue M.P.A, o sea, Músicos Populares Argentinos. En este proyecto, realizado a finales de los ´70, se encontraba una verdadera selección de artistas que hoy, en la mayoría de los casos, son músicos renombrados. Entre ellos se encontraban Peteco Carabajal, Jacinto Piedra, Chango Farías Gómez, Verónica Condomí, y otros más. Fue esta agrupación la que agregó instrumentos no convencionales a nuestro folclore, y la que también agregó nuevos arreglos, a los cuales la mayoría de los folcloristas no estaban acostumbrados.
Pero luego de este proyecto, nada nuevo surgió en el horizonte de nuestro folclore. Es más, cayó en un pozo del cual costó salir. Recién en los ´90, surge nuestra música como fenómeno comercial, con Soledad a la cabeza en el año 1996, con el disco "Poncho al viento". La adolescente de Arequito abrirá, con su popularidad, las puertas de un cambio notable en nuestra música. Si bien Soledad interpreta temas tradicionales, su figura atraerá la atención de miles de jóvenes que comenzarán a ver el folclore con otros ojos. A la par de "la Sole" aparecen Los Nocheros. Si bien en sus comienzos su repertorio estaba compuesto de temas tradicionales, con la llegada del "nuevo folclore" cambiarán sus estilo. A esto hay que sumarle la temática de las letras, adaptadas a la época en que nos toca vivir, pero sin perder la esencia que nuestros poetas supieron construir en la historia de nuestro folclore. Hoy en día Los Nocheros son el exponente más notable de los cambios que se dieron en nuestra música abarcando un estilo cada vez más melódico. Otro paradigma de nuestra música es Luciano Pereyra, que a los 17 años recibía el disco de oro por las grandes ventas que lograba con su primer disco y que el año pasado se presentaba en el Vaticano cantando "Sólo le pido a Dios" ante un público internacional. En su repertorio lo melódico predomina por sobre lo folclórico, aunque sus inicios estaban marcados por la música folclórica.

Historia y caracteristicas del folklore


Folklore, con mayúscula, es la referencia a la ciencia, y con minúscula cuando se emplea al material folklórico. En nuestro país los estudios folklóricos se iniciaron a fines de 1800, cuando se transforma como ciencia necesaria para una mejor comprensión del pueblo sobre sus tradiciones e historia. La palabra folklore deriva de una conjunción de palabras anglo-sajonas, que significan: folk: gente, raza, pueblo, tribu, nación; y lore: erudición, saber, enseñar, lo que el pueblo sabe. Fue utilizada por primera vez por Williams John Thoms el 22 de Agosto de 1846, en una publicación de la revista Athenacum, resumiendo una definición de todo aquello que involucre la cultura de los pueblos y su indiosincrasia, a través de los tiempos. Dentro de las definiciones, la más aceptada es: ciencia que estudia la tradición en los pueblos.
"Generalmente se la conceptúa como la ciencia que trata de las manifestaciones o bienes culturales (costumbres, vestidos, danzas, etc.) del pueblo, que en él han arraigado y que han sobrevivido por varias generaciones a la época cultural a que pertenecieron".
Lo ignoto, lo que surge de leyendas o que tienen autores pero que se perdieron en los tiempos, de tradición oral, sin más pruebas que el saber que existe, que se recopiló de muchísimas costumbres ancestrales de las cuales no se tiene las referencias de quiénes fueron sus autores, es lo que DEBE considerarse Folklore. Tomemos por caso, toda la obra prolífica de Don Andrés Chazarreta: la recopilación, pero no su autoría, de muchas danzas folklóricas, las que aún hoy son, y serán, anónimas y populares. Tenemos así, danzas como el El Triunfo, el Pala-Pala, el Sombrerito, los mismos orígenes de la Chacarera y de la Zamba, etc. que surgieron netamente por espontaneidad del pueblo, y no porque a alguien se le ocurrió y la inventó, y si así fuera se desconoce.
El mismo caso se da con las coreografías de las danzas folklóricas, que por lo general reflejaban, y reflejan, un sentir de gentes para manifestar inquietudes, necesidades, aspectos costumbristas o de querer transmitir leyendas. En concreto, en la mayoría de los casos, nacieron como necesidad de expresión, que se hizo tradicional y que por transmisión, como la oral, se muestra de otra forma: bailando, utilizando el movimiento corporal como manifestación del querer decir; como así también, para satisfacer las necesidades de socialización. En concreto, en la mayoría de los casos, nacieron como necesidad de expresión, que se hizo tradicional y que por transmisión, como la oral, se muestra de otra forma: bailando, utilizando el movimiento corporal como manifestación del querer decir; como así también, para satisfacer las necesidades de socialización. Aquí surge el baile expresivo, que tiene indudablemente una formación del lugar y tiempo en que se supone nació y no un aggiornamento insólito de coreografías hechas por coreógrafos, que más hacen parecer a nuestras danzas como si fueran españolas, húngaras o de cualquier otro país, que de las distintas zonas de nuestro país y zona de influencia. El tiempo, y por acción de los hombres en particular los que comercian a costa de la tradición, algunos comunicadores (ignorantes o no), los profesionales formados con esta idea, no sólo han desvirtuado estas premisas, sino que han incentivado una expresión generalizada de que el folklore se debe actualizar, ¡Como si se pudiera actualizar! No es así: el folklore no se puede actualizar, porque deja de ser folklore. Se ha llegado al extremo de denominar a esas modernizaciones, como proyección folklórica, en el sentido de una actualización del folklore. La proyección folklórica es (según Rodolfo Assunçao, gran estudioso de la ciencia, en una conferencia en la Facultad de Arquitectura, en los 70's), bien entendida, sacar -proyectar- una pieza de su ambiente folk y trasladarla a otro lugar. Ejemplo: una chacarera tradicional de Santiago del Estero, tocada y cantada en San Luis. En la ciencia del Folklore a eso se denomina proyección folklórica.
En el mismo sentido, se encuentran los instrumentos utilizados. Un carnavalito, una chaya, o cualquier otra pieza folklórica, se formó y musicalizó con instrumentos muy específicos. Es bello escuchar, todavía ahora, en esos pueblos perdidos de nuestra rica y exquisita geografía argentina, que no están inficionados por modernismos, a los paisanos cantar y tocar sus canciones con instrumentos nativos. Unicamente de esta forma, al escuchar un erke, violín de una cuerda, una flauta de hueso, una quena, un siku, un tambor de agua, un bombo legüero, un kultrun, una flauta de pan, una tarka, una anata, un erke, etc., instrumentos que permiten expresarse a sus ejecutantes con sus sonidos particularísimos, se puede entender medianamente, qué quisieron dar a entender por sus autores ignotos. Cuál era el sentir del pueblo. Qué quería decir y qué expresaba ese ignoto hombre (sus alegrías, penas, rigores, sentimientos religiosos, etc.). Los instrumentos no siempre eran producto de la casualidad; estaban fabricados en función de los medios para resaltar lo que se quería demostrar, decir, manifestar, etc.
En cuanto a la danza, específicamente, es bastante lo que hay que decir. Pero, bien vale, antes de continuar, hacer una reflexión sobre la palabra y el significado de GAUCHO, porque es importante para tener una mayor comprensión panorámica del tema. Permanentemente se escucha decir que el gaucho bailaba. Realmente no es bueno que se trate tan livianamente esto, como si el gaucho fuera el sinónimo de folklore, o de quién era la esencia del folklore. En primer lugar, el gaucho, nunca (o casi nunca) bailó. El que bailó - y baila - es el PAISANO, que es otro personaje, el cual, por costumbrismos, se lo identificó con el gaucho, pudiendo ser aceptado por ciertas estructuras antropológicas y costumbristas; pero cabe destacar que, por principio no es lo correcto, lo que se puede estudiar y profundizar, leyendo a cualquiera de los muchos autores sobre el tema (poco leídos por cierto). "...hoy se les designa, como a todo campero, como a gauchos, cuando en realidad para nuestros antiguos habitantes de la campaña tal término era un agravio, ya que gaucho era el paisano huido o hecho matrero..... ". El gaucho, por su propia elección de vida, simplemente no tenía con quién ni en dónde bailar, porque no vivía en un centro urbano, en un medio social, requisitos indispensables, para tener acceso a fiestas, bailes, familia, etc. El genial José Hernández, en su Martín Fierro dice: Nací y me crié en una estancia, lo que lo erige instantáneamente en paisano, porque nació y se crió en un medio social como lo es una estancia, compartido con muchas otras personas. Es por eso que Martín Fierro, si se quiere, cumple tres etapas en su vida: paisano-gaucho-paisano (O sea: cuando nace y vive, cuando se escapa, y vive con los indios y matrereando, y cuando regresa al medio social). De esta confusión, surge la ligazón entre gaucho y el baile folklórico. Y no es tan así: se reitera, el que bailaba -y baila- es el paisano.
Con un mismo razonamiento, pretender que la vestimenta que se usa actualmente haciendo creer que es de un gaucho, no sólo no lo es, sino que al existir fuentes habilitadas para un exacto estudio histórico, debería resultar necesario por quienes bailan como gauchos, conocer y estudiar. El paisano -y el gaucho mucho menos- si bien es cierto usaba sus mejores ropas (que eran bastante pobres por cierto) para bailar con una moza, lejos estaba de ser parecida, tanto en su confección como en los modelos, a las que se usan ahora y que alegremente se dice como tal. Pero, si alguna vez bailó el gaucho, imaginen ustedes la comparación con las vestiduras actuales.
Vestían poncho de lana teñida y chiripá, muchas veces sin calzoncillos, sostenido con una faja raída y flecuda de lana y el facón en la espalda; calzaban botas de piel de potro, hechos los talones del corbejón, dejando salir los dedos para agarrar el estribo, formado por un nudo de cuero; sombrero panza de burro.

Volviendo al principio, entonces: decir que lo que se hace - mayormente en público y por los medios de comunicación - es folklore es, cuando menos, un desconocimiento del folklore. Se podría aceptar como música y danza popular argentina, por cierto. Pero no es folklore. Es inadmisible eso de que el folklore se tiene que modernizar; avanzar con los tiempos. Esto, que es muy escuchado y divulgado por los medios de comunicación en especial, es imposible; así de fácil: IMPOSIBLE. Es lo mismo que decir: la Historia se tiene que actualizar. Hay que reconocer que se hacen cosas muy bellas y lindas, con reminiscencias folklóricas, que dan mucho gusto para quien las escucha o las observa.

lunes, 16 de junio de 2008

Introduccion

En este articulo voy a contar brevemente como surge el folklore y el rock nacional. Mencionar algunas caracteristicas y remarcar puntualmente la diferencia entre ambos, la censura, letras de sus temas y artistas, y como fue evolucionando con el correr de los años. Un punto muy importante la censura (restricciones a la libre expresión de los ciudadanos llevadas a cabo tanto sobre todo por Administraciones Publicas y por empresas privadas, a menudo con carácter previo (censura previa), para evitar, por diversos tipos de motivos, que se publique información considerada ofensiva, inconveniente o simplemente molesta) en los temas de acuerdo a la epoca.